LA VIDA Y EL RESPETO
Integrantes:
Andrea Gonzales
Maria Gonzales
Maria Molina
Brayana Benitez.
Yesirel Rodriguez
Yesirel Rodriguez
LA VIDA
En el latín es donde se encuentra el origen etimológico de
la palabra vida. Concretamente procede del vocablo vita, que a su vez emana del
término griego bios. Todos ellos significan precisamente vida.
El concepto de vida puede ser definido desde diversos
enfoques. La noción más habitual está vinculada a la biología, que sostiene que
la vida es la capacidad de nacer, crecer, reproducirse y morir. En este
sentido, la vida es aquello que distingue a hombres, animales y plantas, por
ejemplo, de los objetos como una roca o una mesa.
La vida también es el estado de actividad de los seres
orgánicos y la fuerza interna que permite obrar a aquel que la posee. Otra
forma de interpretar la vida está vinculada a la capacidad de un ser físico de
administrar sus recursos internos para adaptarse a los cambios que se producen
en su medio.
Cuando vemos a un hombre caminando o un perro corriendo, es
indudable que estamos ante seres con vida. Resulta más complejo, en cambio,
determinar cuándo empieza la vida y cuándo termina. Las cuestiones religiosas
se mezclan con la ciencia para afirmar (o negar) que la vida comienza desde el
primer momento de la fecundación, lo que equivaldría a afirmar que el aborto es
indefectiblemente un asesinato (se termina con una vida). Otras posturas
sostienen que el feto en sus primeras etapas no puede ser considerado un ser
vivo.
Algo similar ocurre con la muerte (es decir, el fin de la
vida). El cese irreversible de la actividad cerebral (conocido como muerte
cerebral) equivale para la ciencia como el final de la vida, aunque la persona
siga respirando.
En este sentido, tenemos que dejar patente que existen
muchas formas de que la vida de una persona llegue a su fin. No obstante,
cuando esto se produce de forma voluntaria por parte de aquella es porque ha
optado por el suicidio. Problemas personales, laborales o familiares suelen ser
las causas más frecuentes que llevan a alguien a tomar la decisión de acabar
con su existencia.
No obstante, tampoco podemos olvidar que existe otro término
muy relacionado a la vez con la vida y con la muerte. Nos estamos refiriendo a
la eutanasia. Esta puede definirse como la acción que lleva a cabo una persona
con el claro objetivo de evitarle sufrimientos a otro individuo que está en los
últimos momentos de su existencia.
Es decir, aquella persona lo que hace es acelerar la muerte
de ese ser que está sufriendo dolorosamente. Lo puede hacer bien con el
consentimiento del enfermo o simplemente por decisión personal.
La eutanasia es una de las cuestiones que más ha suscitado
polémica en las últimas décadas en todo el mundo, estableciéndose dos secciones
enfrentadas: quienes la defienden y quienes la rechazan de pleno. En el primer
caso, abogan porque la misma es sinónimo de dignidad respecto a la vida humana mientras
que los que se oponen consideran que llevarla a cabo es atentar contra la
inviolabilidad de la vida
El respeto
La palabra respeto proviene del latín respectus y significa
“atención” o “consideración”. De acuerdo al diccionario de la Real Academia
Española (RAE), el respeto está relacionado con la veneración o el acatamiento
que se hace a alguien. El respeto incluye miramiento, consideración y
deferencia.
En este caso, partiendo de dicha definición, podemos
establecer que un claro ejemplo de ello es cuando tenemos que asistir al
funeral o sepelio de alguien conocido. Así, nos acercamos a los familiares del
fallecido y les mostramos nuestros respetos por este trágico acontecimiento, le
mostramos nuestro apoyo y le damos a conocer nuestra tristeza también.
Asimismo tampoco podemos pasar por alto el hecho de que en
otras ocasiones el término respeto es utilizado con distintas acepciones. Así,
nos encontramos con que en Alemania se habla de respeto para referirse a dos
cuestiones. En primer lugar se puede emplear como sinónimo de espada, y en
segundo lugar para definir a toda aquella persona que está manteniendo
relaciones de tipo amoroso y sexual con otra.
Por otra parte, mirar a algo o alguien con respeto también
puede hacer referencia al temor o al recelo. Por ejemplo: “Al mar hay que
tenerle respeto, ya que puede ser peligroso”.
El respeto es un valor que permite que el hombre pueda
reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus
derechos. Es decir, el respeto es el reconocimiento del valor propio y de los
derechos de los individuos y de la sociedad.
El respeto no sólo se manifiesta hacia la actuación de las
personas o hacia las leyes. También se expresa hacia la autoridad, como sucede
con los alumnos y sus maestros o los hijos y sus padres.
El respeto permite que la sociedad viva en paz, en una sana
convivencia en base a normas e instituciones. Implica reconocer en sí y en los
demás los derechos y las obligaciones, por eso suele sintetizarse en la frase
“no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”.
Por el contrario, la falta de respeto genera violencia y
enfrentamientos. Cuando dicha falta corresponde a la violación de una norma o
de una ley, incluso es castigada a nivel formal. Este castigo puede ser una
multa económica o hasta el encarcelamiento.
Muchas, y de diversa gravedad, son las faltas de respeto que
existen en el marco de nuestra sociedad actual. Así, por ejemplo, están las que
se acometen en el seno del ámbito laboral como cuando el jefe no trata a sus
trabajadores como seres humanos sino como esclavos. No obstante, también tienen
lugar dentro de la familia cuando los hijos realizan a sus padres desplantes o
les gritan.
La mala educación, la falta de tolerancia con respecto a las
ideas o formas de vida del prójimo, la ausencia de valores, la soberbia y el
egocentrismo son algunos de los elementos que más frecuentemente originan esas
faltas de respeto. Las cuales son cada vez más frecuentes en ámbitos como, por
ejemplo, la educación donde ha aumentado el número de alumnos que se enfrentan
e insultan a sus profesores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario